PLEBISCITO: UNA PROPUESTA INDECENTE

En el campo racional, a poco de ir a los números y estadísticas sociales, puede verse que el planteo del Partido Colorado, regenteado por “Pedro el bueno”, que a la inversa de aquel personaje de Disney, “Pedro el Malo”, que trataba de asociar lo feo y desprolijo con el mal, éste personaje se nos presenta con aspecto bobalicón, casi angelical, presentando de buenas maneras lo intrínsicamente malo. Es un capital familiar incorporado el encubrir malos actos con buenas palabras. Así lo hizo su padre cuando, en cadena televisiva, llamó a las torturas, “apremio necesario en los interrogatorios”.
Pero tanto padre como hijo son producto de las circunstancias sociales imperantes en un país y una época dada. También fue Hitler un producto de la circunstancias que aquejaban al pueblo alemán, cualquier individuo que expresara lo que el psicólogo norteamericano Karl Joung denominó, “subconsciente colectivo”, iba a ser catapultado al poder.
Abonan estos razonamientos el sondeo de opinión que por encargo del Partido Colorado respecto a su propuesta de reforma constitucional tendiente a bajar la edad de imputabilidad de los menores a 16 años, además de otras medidas propuestas que de hecho no requieren ni requerirán jamás un plebiscito para realizarse, como ser un instituto especializado de reclusión de menores y otras cosas por el estilo, que por otra parte ya están aprobadas y en marcha. Los gestores de la propuesta no ignoran que todo mayor de 13 años es imputable a los efectos de su responsabilidad penal, solo que se le aplican medidas correccionales y de reclusión en lugares adecuados a su edad y condición. Pero eso no importa, no es de recibo en estas circunstancias en las que la razón no cuenta. Estamos ante un estado de ánimo y no de razón pública.
En fin, nadie hasta ahora me ha podido demostrar que las multitudes se comporten tan razonablemente como los individuos desagregados. Más cuando los medios, justamente denominados masivos, han demostrado generar estados de éxtasis colectivos a domicilio, en eso que se complacen en llamar “estados de opinión pública”.
Y, uno de estos “estados de opinión pública”, en esta república de gerontes, está a la vista: un 70% de los consultados, independientemente de su signo partidario, están de acuerdo en la propuesta colorada.¿ Porqué? Simplemente bastaría tener en cuenta que en esta sociedad envejecida los menores de treinta años son menos que los mayores de sesenta. Pero aún entre los menores de treinta, en los de veinte, las opiniones se mantienen con la misma tendencia: la criminalización de la juventud pobre. Porque los jóvenes entrevistados no son aquellos a los que se pretende aplicar la nueva normativa. Ahora bien, si los estudios indican que en estos últimos treinta años hemos sufrido, no solo envejecimiento colectivo, sino que se ha producido una infantilización de la miseria. Que la mayoría de los niños y adolescentes provienen, se generan, viven, son gestados, en situaciones de extrema pobreza. Que ese círculo vicioso de miseria y marginación se fortalece en los resultados físicos de la acumulación de carencias, de varias generaciones, hasta producir alteraciones genéticas irreversibles, como ser , disminución de la talla física, desarrollo cerebral, capacidades cognoscitivas, etc, que van incapacitando a los individuos no ya para la capacitación escolar, sino hasta para la interpretación cognoscitiva del entorno social. Hemos creado, en el país de las proteínas, una subespecie de seres humanos, un prototipo de hombre subdesarrollado físicamente, que corre con desventajas desde el día mismo de su concepción…
¡Ah! Pero para esto nuestro sistema de salud es generoso en supervisiones y controles de natalidad dignos de un país del primer mundo. Hasta estamos dispuestos a legalizar el aborto, hacerlo asunto de "salud pública"..... Estos tipos no deberían haber nacido, son un error, pues ya lo dice “el sentido común”, “se llenan de hijos y de perros que no pueden mantener”.
Ahora bien. ¿Qué hacemos con los que ya nacieron, con esos "fenómenos" que parecen invadir nuestra segura existencia, privándonos del libre goce de nuestros bienes y colocando en peligro nuestras vidas? ¿Vamos a darles,claman, las mismas garantías a “esos” que a las víctimas? Venía bien el asunto hasta que un juez intentó afinar los criterios sobre la legítima defensa. ¿Cómo, no es legítima defensa el matar por la espalda, por justa cólera, a un sujeto que huye luego de haber ingresado en tus posesiones? Todas estas interrogantes están en danza. La horda no habla, gruñe, vocifera y clama, sin importarle saber cuantos son y lo que significan esos seres.
El país agroexporador y consumista no da para todos, es algo que se intuye, pero no se calcula. Pero seguramente, para este diseño de sociedad factoría portuaria, seguramente sobran mas de medio millón de orientales. No es repartir XO y canastas de alimentación. Porque no basta educación, es una cuestión de desarrollo biológico, de carencias de calorías acumuladas, de mal desarrollo social profundizado por un sistema excluyente. Excluye en capacidades físicas y mentales requeridas, para el acceso a ingresos mínimos satisfactorios, supongamos a la canasta básica familiar que realiza mes a mes Búsqueda. Por otra parte, los trabajos de bajos requerimientos curriculares, inclusive los medianamente, como pueden ser los cajeros de supermercados,guardias de seguridad, empleados de comercio, luego de una titánica lucha gremial apenas han logrado un incremento salarial del 50%, sobre su vergonzosos 6.500 con que los premiaban nuestros oligopolios comerciales.¡Accedieron por fin a un tercio de la canasta familiar básica!
Esto coloca a nuestros empresarios fuera de competencia en el mercado laboral frente al los narcotraficantes que han sabido desarrollar una amplia red de trabajo, inclusivo, familiar, solidario.…
Y las firmas van con un viento en popa de un sesenta por ciento de sentimiento público que les sopla la vela. ¿El tema está instalado, no para solucionar nada, sólo “por jodere”, como dijo el tano del chiste? ¡No! ¡Este es el camino trazado para la recuperación del poder por parte del partido rosa! Y, esto, pese a ser evidente, no puede ser comprendido por la fuerza de gobierno que parece ir camino a la resignación en este asunto, si los propios frentistas,60%, piensan , entre casa, como Pedro y Cía. No difieren del promedio de opinión pública general.
Hablar claro es la solución. Poco le va ha cambiar la vida a nadie, la reforma proyectada como vehículo de la demagogia colorada. Tómese el desafío positivamente. Y pásese a la ofensiva institucional. ¿Cómo se puede ser tan indecente de exigir obligaciones sin contrapartida de derechos y hablar de ciudadanía?
Si se es adulto para la responsabilidad penal, es decir se tienen, para el jurista, plena conciencia de las consecuencias de los actos, entonces se es ciudadano adulto de pleno derecho, con lo cual debe de dársele la ciudadanía política plena. El derecho a elegir y ser elegido. Actuar por la positiva es ampliar derechos y obligaciones, es decir responsabilidades.
Lo contrario, además de mentirosa, es “una propuesta indecente”.

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