POR: MARIO DE SOUZA
“¿Cómo definir un país conservador? ¿Cómo definir el conservadorismo? Conservador, conservadorismo, progresista, progresismo, izquierda, derecha y tantas otras palabras , suelen convertirse, con el andar del tiempo, en mulestas. Ayudan a tenerse en pie. Dificultan la marcha.”…”Los países como los hombres, suelen ser más conservadores cuando tienen un pasado venturoso. Lo añoran. Es una especie de edad de oro ennoblecida y embellecida por el recuerdo. Hacia ella miran. En ella que es el pasado, es decir la muerte, ponen la esperanza, es decir la vida…. “
…“Al parecer de cuanto ha ocurrido en el mundo, de cuanto ocurre, este paisito de 2 millones y medio de habitantes, que es el Uruguay, no tiene noción ni conciencia. Sigue aferrado a sus mitos. Sigue con los ojos vueltos hacia el fugaz pasado venturoso que, por milagrosa conjunción de la realidad interna y los factores externos, le tocó vivir. Es la nuestra una mentalidad insular. Insularidad en el tiempo. Todo lo demás pasa por los aires y por los mares. No nos toca. Son fenómenos anormales. La verdad es nuestro ayer. Nos hemos quedados encerrados en nuestra cáscara, a la vera del camino, espectadores inmóviles, nostálgicos y temerosos, de las luchas y sufrimientos de los otros.” . Esto lo escribía Carlos Quijano en Marcha,3/12/1965.
El mundo cambió en el intervalo se duplica la población mundial, pero nosotros perdemos entre el 12 y 15% de nuestra población. Si a principios del siglo XX, por ejemplo, estábamos mas poblados que nuestro vecino el estado de Rio Grande do Sur con 100.000 Km2 más de territorio. Hoy Río Grande es el cuarto estado mas rico del Brasil, con una densidad promedio de 38hab/km2, unos 11millones.
Muchos estudiosos atribuyen nuestro estancamiento a la conducta maltusiana, es decir de represión de la natalidad aplicada sistemáticamente a parir del primer cuarto del siglo anterior.
Nos hemos vuelto campeones mundiales en abortos e infanticidios, pero escondemos candorosamente las pruebas estadísticas de la infamia. Como también nos negamos a reconocer nuestro elevado índice de violencia doméstica, que cuesta la vida a una mujer cada diez días del año. Ni los suicidios, uno cada dos días, lo que da unos trescientos por año. En fin, tenemos todos los números de un pueblo tensionado por el hacinamiento demográfico. Y, descontemos, nuestra pasividad ante las bajas producidas entre nuestra juventud por los siniestros de trabajo o tránsito…con sus secuelas de muertes e incapacidades, que ya no las contabilizamos, pero que nos producen no menos que una baja diaria.
¿Cuál pudo ser la causa de estos comportamientos represivos de la vida al sur de “la Banda Oriental del Uruguay” que nos hace tan distintos a nuestros vecinos norteños?
El profesor Alberto Methol Ferré, hace cuarenta años, aventuró una hipótesis muy creíble:”En la facilidad de la renta agraria reside el origen de todo un estilo de nuestra problemática social, económica, política y cultural. La índole específica de nuestra renta diferencial permitió una campaña despoblada y la más intensa urbanización de América Latina. Pero, a su vez, esa urbanización subsidiada por la renta diferencial no revirtió acumulativamente sobre la estructura general del país con ímpetu modernizador, sino que se enquistó en sí misma, resultando en su conjunto una política económica de despilfarro de esa renta diferencial….”El “principio de realidad” le ha exigido al “principio de placer”, para sobrevivir, la ascética. Sin ascética no ha sido viable ninguna empresa cultural de aliento. Ascetas hubo en la base de la cultura europea, con las órdenes religiosas; ascetas hubo en el origen del capitalismo, con el puritanismo, y su máximo exponente el mundo yanqui; ascetas emprendieron la revolución socialista, con el partido bolchevique, y ahí el proceso ruso o le más reciente monasterio laico de la China. ¿ha conocido nuestro país un ascetismo creador?¿Tenemos reservas de ejemplaridad? Pareciera que no. Se ha dicho respecto de nosotros que “en el principio fueron las vacas”:antes estuvo la abundancia, luego vino el hombre”.
Bien es de recordar que la revolución industrial se produce en una pobre peña superpoblada, Inglaterra, donde las opciones eran muy pocas, la esclavitud en minas, barcos o factorías, o ir a la guerra de conquista de nuevos territorios, o en su defecto de sus mercados, para trocar todo lo que les faltaba para vivir y multiplicarse, como manda la biología a todos los seres vivos.
El siglo XXI nos encuentra envejecidos como pueblo. Las temidas proyecciones demográficas de hace medio siglo se han cumplido con creces. Los mayores de cincuenta años son mas de la cuarta parte de la población y los menores de quince años no llegan al quinto de la población total. Solo esto podía explicar nuestro conservadurismo, el anquilosamiento de las mentes, la falta de empuje creativo general, que nos paraliza, que nos petrifica, congelándonos al borde del sepulcro.
Esta es la mejor explicación para la contumaz negativa a todo por parte de gremios, corporaciones y la descerebrada dirigencia rosada, que no atina a como aprovechar esas resistencias al cambio políticamente. La negación preventiva parece ser la mejor estrategia de blancos y colorados, porque crispándose ante cualquier novedad institucional propuesta por el gobierno piensan capitalizar en su favor los vicerales miedos de una población anquilosada.
Es de mal gusto no estar de acuerdo en vaguedades tales como “la reforma del estado”, pero apenas se anuncia una medida concreta, surge el clamor de sindicatos, corporaciones y oportunistas políticos. Si se plantea hacer una peatonal para dinamizar el centro. Los comerciantes se oponen porque suponen que los que compran son los pasajeros de los buses y no los pasantes… si una vía rápida para los colectivos, no, porque esto hace que los clientes no puedan bajar a comprar… si se trasladan funcionarios excedentarios a puntos mas productivos del organigrama, no, se paran los funcionarios que tienen derechos adquiridos fijados al punto en cuestión. Y esto sucede hasta en las empresas privadas como CONAPROLE, donde es hasta imposible suspender a un empleado infiel… Si se plantea la trazabilidad bovina, ¡oh!, escándalo, se para de manos la ARU, ¡ ¡ Hasta se niegan a invertir un diez dólares, de mil que les da un novillo, en nuevas caravanas! ¡Qué empresarios sacrificados e innovadores tenemos en el rubro básico!
Presidente quiere innovar con un coordinador institucional del ejecutivo en el interior, ¡oh no!, sin saber de que se trata salen, los próceres rosados, a rasgarse las vestiduras en defensa de la soberanía municipal, ¡parecen vascos del ETA!
Ya en 1966 Enrique Iglesias en ”Uruguay una propuesta de cambio”, entre otras muchas cosas anotaba: que padecemos de “un excesivo espíritu crítico con tendencia al pesimismo, lo cual crea actitudes negativas para la acción y estimula en cambio, un exceso de dialéctica infecunda en términos de progreso material, o una resistencia de muchos grupos dirigentes a comprometerse con el futuro del país.”
En fin, la consigna es “no toquen nada”.
Publicado por MARIO DE SOUZA en sábado, agosto 28, 2010
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