EL PAÍS DEL OLVIDO

A mediados del siglo XX el Uruguay ya mostraba los graves signos de su inviabilidad. La abundante renta aduanera generada por los dos conflictos mundiales consolidaron una pequeña pero omnipotente oligarquía portuaria que se mantenía en el poder simulando un estado republicano basado en el “derrame”, dosificando esa renta. Así pues los partidos políticos se dedicaban alegremente a repartir empleos y jubilaciones a cambio de adhesiones partidarias, funcionando como verdaderas cooperativas de votos, para, sin programa ni propuesta coherente alguna, jugar a la democracia.
En 1958, luego de 93 ignominiosos años, llegan los blancos al gobierno. Pero lo hacen luego de haber coexistido y compartido todas la prácticas corruptas impuestas por los colorados en el usufructo del estado como instrumento partidario. Tanto es así, que para lograr el triunfo el último caudillo herederos de las patriadas saravistas , Luis A. de Herrera, traba alianza electoral con un personaje político colorado de gran audiencia en la campaña, Nardone, alias “Chicotazo”,por su personaje radial castigaba al gobierno presidido por Luis Batlle. Y, por medio de esta alianza, el viejo Herrera logra reinstalar al partido de sus amores en el gobierno.
Pero, colorado al fin, Nardone, termina siendo agente de los principales trust, que controlaban la economía interna del país. Traba alianza con el trust azucarero de los Aznares, con los cerealeros de Bunge y Born, con los laneros, Berembaun, financiero y textil, Gari, y no podía faltar al acuerdo, el embajador norteamericano de turno. Es así pues, enterado de la infame entrega, Herrera en enero de 1959, termina echando de la quinta a la “comadreja colorada de Nardone” y muere en soledad en abril de ese mismo año.
Bien, luego de tanta miseria, crimen y corruptela, creímos salir del pozo, tras medio siglo, haciendo honor a Enrique Erro, llegó Mujica para hacer “un país de primera”:
Como a Herrera, a Mujica el tiempo le impuso sacrificios. Para llegar al gobierno hubo que transar y transar. Y, así como Herrera hubo de transar frente a Nardone, Mujica lo tuvo que hacer frente al astorismo y al Partido Comunista. Al astorismo cederle la continuidad en el equipo económico y sus políticas. Al Partido Comunista, sus votos miliantes, su maquina electoral y organizativa, que va mucho mas allá de su pobre caudal electoral. Es militancia sindical y de bases del Frente Amplio, que se consideró clave para el triunfo de la muy resistida fórmula. Porque hay que decirlo, los “desarrapados” empujamos al Pepe pese a las resistencias de la “doctocracia”, de los “cajetillas del partido”.
Pero con el triunfo llegó la hora de pagar. Y ahí volvió por sus fueros el viejo país de las compondas, del no toques nada, de los pequeños y grandes privilegios. El de los arribistas de última hora llegando a los codazos a los primeros lugares…
Grupos económicos que juegan a línea ganadora, corporaciones profesionales regenteadas por provectos exguerrilleros, que ahora se matan “por la plata”,empleados públicos y hasta los escribanos. No faltaron a la cita gremial un ejército de coroneles y generales con y sin mando,¿quién se lo va a impedir?, en fin, todos a la una quieren seguir disfrutando de las ventajas del viejo país de la ineficiencia, la corrupción y la desidia.

Así pues, la reforma de la salud es inoperante porque los funcionarios siguen con los mismos vicios, estar o ausentarse del trabajo cuando ellos lo quieren. La función para el funcionario y no el funcionario para la función. ¡Y aquí no me vayan hacer trabajar, cuando vengo, seis horas!
Y, dentro de los precios que hubo que pagar, fue entregar el municipio de Montevideo a la ahijada de la Lolo…de esta forma tenemos el conflicto permanente y a los ciudadanos que se los coman las moscas y las ratas.
Mientras tanto los adalides, próceres descartables, del viejo régimen del quita y daca, cifran sus esperanzas en que, en el país del olvido, el “Tea Party” les de su revancha.

MARIO DE SOUZA.8/12/2010
3977C.E.

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